Tener un socio es una decisión sumamente importante a la hora de iniciar con una empresa, especialmente porque será un compañero con el que compartirás buenos y malos momentos, alguien que será tu apoyo y viceversa, alguien en que debes confiar.
Hoy te presentamos algunos aspectos a tomar en cuenta
Deje las reglas de juego claras: Deberás dejar todo muy claro, como por ejemplo las cláusulas, compromisos y riegos que ambos quieren al momento de conformar una sociedad. No es secreto que muchas ocasiones al comienzo los socios se dejan llevar por la emoción del proyecto que con el tiempo el compromiso se va desvaneciendo. Evita problemas a futuro dejando todo muy establecido desde el principio.
Busque el complemento en habilidades y conocimientos: es muy importante que ambos puedan complementarse con ideas y visiones, pero resulta fundamental que la visión de ambos esté en el mismo objetivo, porque al tener metas totalmente distintas, no se logrará la armonía que se necesita para subsistir.
Espíritu emprendedor: su socio debe ser una persona que tenga las aptitudes para tomar decisiones de alto riesgo y que esté dispuesto a enfrentar obstáculos y retos que se presentan.
Implacabilidad: consiga un aliado que esté dispuesto a darlo todo y jamás rendirse frente a las adversidades. Que haga todo lo posible para que el proyecto prospere incluso en los momentos de mayor dificultad.
Pocos pero seguros: entre más socios se tenga será más difícil llegar a desacuerdos con ellos. No olvide que un socio es como un matrimonio que debe darle el tiempo para conocerlo, ser claro y sincero en sus intenciones.
Tener un socio podrá traer más alegrías que decepciones pero es muy importante que se desliguen lazos familiares o afectivos (de ser el caso) de lo profesional.