El comercio móvil es una excelente oportunidad de inversión en América Latina y es que en los últimos años las compras en línea han presentado un acelerado crecimiento. Desde el minorista al mayorista, a todos se les recomienda afinar estrategias digitales. ¿Se encuentra su empresa lista para dar el gran paso?
Según datos recientes de la Global Commerce Review de Criteo para el último trimestre de 2017, en América Latina los minoristas invierten en ventas vía apps y web móvil. Con relación a esto, datos registran que el 48% de las transacciones que se hacen, son online, en el ambiente móvil, y de las compras realizadas a través de computadoras, el 22% están precedidas por un clic móvil.
Teniendo muy claras todas las oportunidades que el comercio móvil podría generarle a un emprendimiento ¿Cuáles serían los factores fundamentales que deben considerar las empresas para iniciar?
Las apps, oportunidades desafiantes
Contar con una aplicación puede suponer una gran ventaja competitiva ya que las apps ofrecen a los minoristas la capacidad de comunicarse mejor e involucrarse personalmente con sus clientes. Se estima que 52% de las ventas que se hacen en América Latina
Los pequeños negocios sufren de presupuestos ajustados y la realidad es que contar con una estrategia móvil sólida y coherente requiere recursos que en la mayoría de los casos no poseen.
En el caso de las compañías de mediano y gran tamaño los problemas radican, principalmente, en no disponer de un plan adecuado que no sólo se centre en el dispositivo, sino que considere estratégicamente todo el recorrido de compra del cliente.
Es fundamental tener en cuenta en todo momento que el consumidor debe ser el foco central de la estrategia.
Es necesario contar con una estrategia online y offline
Independientemente del tamaño, cualquier empresa tiene que tomar en cuenta que el recorrido del consumidor hasta cerrar una compra se ha vuelto mucho más complejo y que contar con una estrategia móvil es esencial no sólo para sobrevivir, sino también para prosperar.
Sin embargo, esto parece no ser suficiente si tenemos en cuenta al omnishopper, ese tipo de consumidor que navega y compra utilizando diferentes pantallas y dispositivos, desde cualquier lugar y en cualquier momento. Por estos motivos, es imprescindible conectar todos los puntos del proceso de compra, online y offline, para tener una visión holística y completa del consumidor.
Se estima que los clientes que acceden a diferentes dispositivos para hacer una compra gastan en promedio un 17%, así que es un esfuerzo que vale la pena.
Para conquistar al omnishopper, el minorista necesita contar con herramientas móviles de peso, así como con una planificación basada en datos quele permita saber exactamente dónde, cuándo y cómo impactar al consumidor de la manra más efectiva posible.
Ante un escenario en el que los gigantes digitales están ganando cada vez más espacio y en el que los consumidores son cada vez más exigentes y volátiles, la cooperación es la pieza clave para que las marcas y los minoristas puedan entregar experiencias relevantes a sus clientes, ayudando a generar más ventas y beneficios.
No hay duda, la presencia en el escenario móvil con una aplicación sólida y una estrategia omnichannel basada en datos es un pasaje al éxito.