Hay quienes lo tienen claro, siempre han querido iniciar un negocio y tienen razones de sobra para hacerlo. Si usted no es uno de esos y recién es que ha comenzado a sentir el gusanillo del emprendimiento, revise si sus motivaciones son algunas de las siguientes antes que sea muy tarde.
Solemos hablar de las ventajas de ser emprendedor, de por qué cada vez más personas se suman a arriesgarse e iniciar su negocio propio y es que parece que las razones sobran para aventurarse. Sin embargo, en esta oportunidad voltearemos la tortilla y le diremos las razones por las cuales NO debe convertirse en emprendedor.
Así que si estaba pensando lanzarse en esa aventura por alguna de las siguientes motivaciones, le recomendamos que lo piense un poco mejor, porque puede que esté tomando el camino equivocado.
Tener más tiempo libre
La labor de un negocio propio es como la de ser padres, no finaliza nunca, no toma recesos o vacaciones. Requiere dedicación 24/7.
A diferencia del trabajo de oficina que finaliza cuando sale del edificio o en algunos casos debe llevarlo a casa; cuando se tiene un negocio propio, este va con usted a cualquier lugar que vaya.
No lo deja ni cuando se va a casa, está en una fiesta o si intenta tomar vacaciones, porque al ser de usted, querrá estar pendiente hasta del más mínimo detalle, su supervisión será requerida en todo momento, incluso si tiene personal de confianza o delega. El emprendimiento es una forma de vida
Para hacerse millonario
Cuando pensamos en empresarios, por lo general, suele venir a la mente la idea de alguien que alcanzó el éxito con su negocio, logró hacer grandes cantidades de dinero y por lo tanto anda en automóviles lujosos, con trajes de lujo, y con una vida envidiable por muchos.
El emprendedor, no suele ver ganancias, durante el primer año de negocio, posteriormente, empieza a recuperar la inversión y luego es que puede empezar a hablar de rentabilidad. Sin embargo, en ese momento comienzan los planes de expansión o llegan otras inversiones, que requieren capital. Es por ello, que no suele ser una forma de ganar dinero rápido.
La satisfacción del emprendedor es ver materializado su sueño, es estar haciendo lo que le gusta, es brindar un servicio o producto de calidad que sea de utilidad y otorgue satisfacción a sus clientes, pero no es, en principio, ganar mucho dinero; es por eso que esta debe ser una de las últimas razones por las cuales decida emprender.
Para hacerse famoso
La fama es algo con lo que muchas personas sueñan y si bien es cierto que el éxito puede venir de la mano con la fama, es importante dejar claro que los emprendedores no siempre que alcanzan el éxito, logran la fama.
Tener un negocio propio es un trabajo de dedicación, similar al de las hormigas, hay que ir construyendo poco a poco y con gran entrega, si se tienen altas pretensiones es posible que ese no sea el camino adecuado.
Es cierto, que debe manejar su imagen, porque al ser un emprendedor debe cuidar hasta el más mínimo detalle y tendrá las miradas sobre usted; bien sea de clientes, proveedores y hasta posibles inversores. También es cierto que conocerá muchas personas, es posible que su popularidad aumente, sobretodo dependiendo del tipo de negocio que emprenda y de su ubicación.
Asimismo, es probable que si quiere mercadear su producto o servicio, deba conceder algunas entrevistas o tener contacto con medios de comunicación que le ayuden a impulsar su negocio.
No obstante, ninguno de estos elementos le concederá, necesariamente, una fama personal, al estilo Steve Jobs. Si desea emprender es importante que recuerde que el núcleo de su negocio es el servicio o producto que ofrece, no usted, usted es solamente el facilitador, no pierda el foco, porque de lo contrario es probable que consiga el fracaso.